Primavera...
Idilio
Federico García Lorca, 1898-1936
Tú querías que yo te dijera
el secreto de la primavera.
Y yo soy para el secreto
lo mismo que es el abeto.
Árbol cuyos mil deditos
señalan mil caminitos.
Nunca te diré, amor mío,
por qué corre lento el río.
Pero pondré en mi voz estancada
el cielo ceniza de tu mirada.
¡Dame vueltas, morenita!
Ten cuidado con mis hojitas.
Conozcamos, corramos tras el conocimiento de Yahvé: su salida es cierta como la aurora; vendrá a nosotros como la lluvia temprana, como la lluvia de primavera que riega la tierra
Os 6, 3
Dame más vueltas alrededor,
jugando a la noria del amor.
¡Ay! No puedo decirte, aunque quisiera,
el secreto de la primavera.
jugando a la noria del amor.
¡Ay! No puedo decirte, aunque quisiera,
el secreto de la primavera.
Conozcamos, corramos tras el conocimiento de Yahvé: su salida es cierta como la aurora; vendrá a nosotros como la lluvia temprana, como la lluvia de primavera que riega la tierra
Os 6, 3
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