Miércoles XVIII del Tiempo Ordinario

 

Mujer, que grande es tu fe
Mt 15, 21-28

Nada tiene de grande ver a Cristo con los ojos físicos:
lo grandísimo es creer en Cristo con los ojos del corazón.
Si se nos presentase ahora Cristo, se parase ante nosotros, callado, ¿cómo sabríamos quién era?
Y, además, en caso de permanecer callado,
¿de qué nos aprovecharía?
¿No es mejor que, ausente, hable en el Evangelio antes que, presente, esté callado?
Y, sin embargo, no está ausente si se le aferra con el corazón.
Cree en Él y lo verás.
No está ausente a tus ojos y posee tu corazón.
Si estuviera ausente de nosotros, sería mentira lo que acabamos de oír:
"He aquí que estoy con vosotros hasta el fin de los tiempos".

Aurelio Agustín de Hipona, 354-430
(san Agustín)




Comentarios

Entradas populares de este blog

Va de libros

Música para el domingo de Pentecostés

Orar por los difuntos...