Domingo XXI del Tiempo Ordinario
Podemos decir que la primacía de los últimos inspira siempre la actividad de Jesús al servicio del reino. Para él, los últimos son los primeros. Ser compasivos como el Padre exige buscar la justicia de Dios empezando por los últimos. Por eso a Jesús siempre lo vemos junto a los más necesitados: no con los ricos terratenientes de Séforis o Tiberiades, sino con los campesinos pobres de las aldeas de Galilea; no rodeado de gente sana y fuerte, sino junto a los enfermos, leprosos y desquiciados; no comiendo solo entre amigos, sino sentado a la mesa con gente marginada social y religiosamente. Los primeros en experimentar esa vida más digna y liberada que Dios quiere para todos han de ser aquellos para los que la vida no es vida.
José Antonio Pagola
Feliz domingo
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