Lunes XI del Tiempo Ordinario
Yo os digo que no hagáis frente al que os agravia
Mt 5, 38-42
Oh Dios, yo busco una mano que me sostenga y me anime.
Una mano que me acompañe, me proteja y me guíe.
Una mano que sea fuerte, que nunca me suelte.
Una mano que me sea propicia, que me acoja que sea tierna.
Oh Dios, tu mano me tiene, me tranquiliza y me da ánimo.
Tu mano me acompaña, me protege y me guía.
Tú me acoges en tu mano. Tú eres tierno, infinitamente bueno.
Tu mano nunca me suelta.
En tu mano lo dejo todo: presente, pasado y futuro.
Estoy escondido en tu mano... para siempre.
A mi hermano en la Fe, Silvia y Ramon;
en el día de su cumpleaños.
Comentarios
Publicar un comentario