Que gozo da cuando una pequeña obra en numero de paginas esconde un contenido tan grande y profundo. Esto es lo que el diacono Rubén, IERE; ha conseguido al plasmar en 96 pagina su celo por la predicación y la necesidad de que esta sea con contenido y que este contenido sea fruto del trato diario con la Palabra de la presencia de Dios en la vida de cada uno. Es un libro valiente. No solo porque a los curas no somos buenos receptores de consejos de este tipo (en ocasiones somos algo subiditos con respecto a nuestra forma de predicar) sino que incluye en la responsabilidad que todo bautizado tiene en lo concerniente de dar testimonio de su Fe. Citando al autor nos deja claro que "Todos poseemos vocación para algo, talentos innatos y, según sea cada caso, el llamado para ejercer un determinado ministerio dentro de la Iglesia. Esa llamada interior es la vocación. Esa llamada interior es el impulso innato que nos dirige hacia una determinada act...
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