Música para el domingo
- Imagen de Cristo Rey en la parroquia católica romana dedicada a Él (Zaragoza)-
Nur jedem das Seine, BWV 163 ( A cada uno lo suyo) es una cantata de iglesia compuesta por Johann Sebastian Bach en Weimar para el XXIII domingo después de Trinidad (XXXIV del Tiempo Ordinario -Cristo Rey- y XXIV después de Pentecostés) y la interpretó por primera vez el 24 de noviembre de 1715.
Esta obra fue parte de la secuencia de cantatas de iglesia mensuales que Bach compuso para la corte de Weimar, que comenzó en 1714. Fue la primera pieza realizada después de un período de duelo de varios meses por la muerte del príncipe Juan Ernesto de Sajonia-Weimar. El texto, escrito por el poeta de la corte Salomo Franck, se basa en la lectura del evangelio prescrita para el domingo «Tributo al César» e incluye varias alusiones al dinero y al oro. La cantata tiene seis movimientos, comienza con un aria para tenor, le siguen dos pares de recitativos y arias, uno para bajo y el otro para dúo de soprano y alto, y una coral final. Al igual que otras cantatas con textos de Franck, la obra tiene partitura para un pequeño conjunto de cámara barroca de dos violines, viola, dos violonchelos y bajo continuo. Bach compuso una única aria con una textura oscura de una voz grave y dos violonchelos obbligato. Se describe al dueto como un dúo de amor y se compara con los dúos de ópera. La música de la coral de cierre se perdió, excepto la parte del bajo continuo. No está claro si para una melodía que aparece como un cantus firmus en el quinto movimiento Bach estableció la estancia impresa en el libreto de «Wo soll ich fliehen hin» de Johann Heermann o en su lugar «Meinen Jesum laß ich nicht» de Christian Keymann.
Vamos alegres a la casa del Señor
Sal 121
A mi hermano en el ministerio, Rubén, IEE;
en el VI aniversario de ordenación.
Feliz domingo


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