Jueves XXXIV del Tiempo Ordinario
Cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación
Lc 21, 20-28
Adoro tu silencio
más bello que las cosas
dormidas en mi cuarto con los ojos abiertos.
Velaré tu silencio escondido en el silencio
y quedaré a tu lado sin palabras
hasta que vengas de puntillas, como te gusta,
sin romper la caña herida, sin apagar la mecha vacilante.
Y así me quedaré palpando tu silencio,
metiéndolo en la medula de mis huesos,
oyéndole sus mínimas insinuaciones,
adorando su pálpito infinito.
Rafael Alfaro, 1930-2014
A mi hermano en el ministerio, Borja, IAU;
en el día de su cumpleaños.


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