Miércoles XXVII del Tiempo Ordinario

 

Señor, enséñanos a orar
Lc 11, 1-4

Padre nuestro, no dejes de serlo;
santificado seas en tu nombre;
tu Reino, que nos venga, nos asombre,
y con tu voluntad podamos verlo.
Nuestro pan cotidiano,
que comerlo podamos cada día,
sobrenombre de gracia que nos das siempre a todo hombre,
amor de Padre fiel, sin merecerlo.
Perdona las ofensas,
las hacemos contra ti, nuestro Dios;
a los semejantes también los ofendemos sin cuidado.
Pronto en la tentación todos caemos,
porque no somos grandes observantes.
Líbranos, pues, del mal y del pecado.





Comentarios

Entradas populares de este blog

Lunes XVIII del Tiempo Ordinario

Va de libros

Cristianos en Zaragoza