Lunes XXVII del Tiempo Ordinario
¿Quién es mi prójimo?
Lc 10, 25-37
Haznos escoger, Señor, la vía de la misericordia.
Da a cada uno de nosotros, la capacidad de acoger simplemente, sin juicios previos ni cálculos.
Danos el arte de acoger al trémulo, al jadeante, al frágil modo con que la vida se expresa.
Vuélvenos atentos al trazado silencioso y áspero de los días; al dolor profundo y, por ellos, casi anónimo a nuestro lado; al grito sin voz, a las manos que se extienden en nuestra dirección, sin verlas; a la necesidad que ni encuentra palabras.
Enséñanos que hemos sido hechos para la misericordia y que ella es la sabiduría que tú amas.
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