Va de libros...

 


    Cada día estoy más convencido de lo importante que es dejarse sorprender por Dios. Un querido amigo me ofreció leer este libro y confieso que lo acepte con pereza pero es que no le puedo negar nada. 
    Al informarme sobre el contenido aún me dio más pereza pues es algo que en mi iglesia se vive con naturalidad, no hace falta ningún tipo de estructura ni pastoral para que una persona homosexual rece, comulgue, se una en matrimonio, etc... y pensé que era el típico libro que trataría el típico problema de la Iglesia Católica Romana con los genitales. 
    Mi sorpresa fue que, aunque es un libro dirigido a católicos romanos, encontré un trabajo muy bien escrito, con un autor con un conocimiento de la materia, documentos, etc, impresionante y que el 70% del libro es más que aprovechable para el resto de confesiones cristianas. Si me sigues en Facebook habrás podido ir leyendo algunas "perlas" entresacadas de este libro que he ido colgando.
    Conociendo la realidad eclesial de mi ciudad de Zaragoza, debería ser libro de lectura obligada a párrocos, responsable de catequesis y más de alguna sacristana con más poder que el guardar las llaves. 
    Me atrevo a decir que es imposible, a fecha de hoy, saber como esta este tema con respecto a la Iglesia Católica Romana si no has leído este libro. Un libro en el que Cristóbal no solo tiene el valor de sacar a la luz un tema "complicado" en su iglesia sino que, con amplia bibliografía, da respuestas. Impresionante el manejo de la documentación que tiene este hermano.
    Destaco la audacia con que muestra que este asunto les afecta de forma transversal, en todos lo niveles de vida comunitaria: la llamada pastoral de acogida, la comunión, las vocaciones y los sacerdotes y consagrados LGBT. 
    Queda en mi biblioteca personal como libro de consulta con la esperanza de coincidir un día con el autor y me lo dedique... ahí lo dejo.
    Desde aquí te animo Cristóbal. Has abierto un melón y lo has hecho con la certeza de que el nuestro es el Dios que no deja en la cuneta al que sufre y que ve a todos los bautizados con los mismos ojos de Padre y de Madre. Tengo el presentimiento de que en la Iglesia Católica Romana, para el Pueblo de Dios a ella encomendada, ya no será igual después de esta publicación. Dios lo quiera... Desde las iglesias hermanas estaremos atentos...

    Termino con un texto de esta obra:  Después de un proceso de aceptación de la propia realidad como algo creado y dispuesto por Dios así, el creyente LGBT aprende, como cualquier otro, a preguntarse cuál es la voluntad de Dios para sí en esta relación de fe creciente para ponerla por obra. Un adulto en la fe que descubre su propia identidad homosexual como parte de sí y, por tanto, dentro del proyecto de Dios para él, aprende a articular su vida de respuesta desde un continuo acudir al ámbito sagrado de su propia conciencia personal. Los cristianos LGBT no son creyentes que deban ser tutelados, sino animados a dar una respuesta responsable a Dios, desde la realidad de lo que viven, como cualquier otro. En este proceso, iniciar en la práctica del discernimiento resulta fundamental. (pág. 93)

    Su autor es sacerdote católico romano de la Diócesis de Tenerife que actualmente presta sus servicios en la Diócesis italiana de Bolonia.

    El libro esta publicado por SAN PABLO.


El Señor ama a su pueblo
Sal 149



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