Viernes XIII del Tiempo Ordinario

 

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Mt 9, 9-13

    El bloque de mármol era durísimo; el escultor, sin embargo, fue poco a poco labrando con mano diestra, la estatua que había concebido en su mente.
Al principio golpeó con el cincel las esquinas del bloque sin miedo alguno.
Pronto empezó a aparecer una forma vaga, y con la ayuda de instrumentos más finos, fue perfilando con delicadeza el contorno, hasta que apareció la estatua en toda su belleza.
Así es como Dios trabaja el amor: desde la eternidad se había propuesto mostrarnos la grandeza de su cariño por nosotros.
Y así, golpe a golpe, fue labrando la imagen de su Hijo.



A sor Isabel, crss;
en el día de su onomástica.



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