Sábado XIII del Tiempo Ordinario

 

¿Es que pueden guardar luto mientras el esposo está con ellos?
Mt 9, 14-17

Que este sea mi único consuelo: que donde yo esté, Tú, mi Señor, seas amado y alabado.
Los arboles, de hecho, te aman sin conocerte.
Las flores de toda especie, sin ser conscientes siquiera de tu presencia, proclaman que te aman.
Las oscuras y hermosas nubes cabalgan lentamente través del cielo soñando contigo.
En medio de todo ello, yo te conozco y sé de tu presencia.
¡Oh bondadoso y terrible amor que Tú me has dado y que no podría habitar en mi corazón si Tú no me amaras!
En medio de esos seres que jamás te han ofendido, yo soy amado por ti, sobre todo como alguien que te ha ofendido, y mis ofensas han sido perdonadas por ti.

Thomas Merton, 1915-1968




Comentarios

Entradas populares de este blog

Cristianos en Zaragoza

18 de agosto de 1936...