Viernes II de Cuaresma
Este es el heredero: venid, lo matamos
Mt 21, 33-43. 45-46
¿Cuántas veces al día
has intentado venir a mí, Jesús?
¿Cuántos profetas y mensajes me has enviado?
y ¿cuántas veces me he distraído,
desatento de tu presencia,
sordo a tus invitaciones?
Perdona, Señor,
por las veces que te di la espalda.
Enséñame a verte y escucharte
con el corazón abierto.
Comentarios
Publicar un comentario