Martes IV de Cuaresma
Al momento aquel hombre quedó sano
Jn 5, 1-16
Con humildad, pido tu bondad, Señor Jesús.
Te rezo con confianza,
porque conozco tu misericordia.
Viniste a buscar los que estaba perdido.
Viniste a liberar al prisionero.
Cuidas del que está herido en el camino.
Acoges al desamparado.
Lavas lo sucio. Curas al enfermo.
Levantas al que ha caído.
Devuelves la dignidad
a quien la ha perdido.
Por eso te digo: ¡Sáname, Jesús!
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