Martes II de Cuaresma
Ellos dicen, pero no hacen
Mt 23, 1-12
Hay seres humanos para quienes causar dolor y sufrimiento, de muchas maneras y en muchos ambientes, realidades y lugares diferentes, es lo habitual, la norma de su vida, su razón, de ser.
Tú no permites eso, no lo quieres, y yo no podría creer en un dios que lo consintiera. Entonces, ¿por qué pasa? Sé que puedes decir que nos hiciste libres - el famoso libre albedrio - pero algunos no saben usar esa libertad y así, el hombre puede llegar a ser un lobo para otro hombre. Sin embrago, también, por esa libertad que nos diste, hay personas capaces de dar lo mejor de sí mismas y, en definitiva, ser sacramento de ti para otros hombres. ¡Qué diferente manera de utilizar la libertad!
A mi hermana en la Fe, Cristina;
en el día de su cumpleaños.
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