Martes XXXI del Tiempo Ordinario

 

Sal a los caminos y sederos, e insísteles hasta que entren y se llene mi casa
Lc 14, 15-24

Solo desde el amor,
se vive lo incierto.
Solo desde el amor,
se aceptan los pequeños duelos.
Solo desde el amor,
comienza un amanecer más bello.
Solo desde el amor,
Dios lo acaricia todo,
hasta tu mayor desconsuelo.
Solo desde el amor,
oriento mi mirada al cielo.
Solo desde el amor,
la herida sana y cicatriza de nuevo.

Silvia Relinque Feijóo




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