Viernes XXIX del tiempo Ordinario
Sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo,
pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?
Lc 12, 54-59
En cada corazón
sobre la tierra, es tan, tan densa, tan oscura la niebla;
solo en tu Espíritu, Señor, ve el alma ciega.
Es tan profunda la herida,
que solo tu Nombre, Jesús, consuelo trae, paz crea.
Es tan profunda la sed,
que solo tu Pan, Señor, con Agua Viva el alma riega.
Es tan infinito el vacío...
solo tu Amor lo sacia, lo colma, lo llena.
¿Adónde iremos, Señor?
El mundo, la carne, no tienen verdadera fuerza.
¿A quién iremos?
Sólo Tú, Jesús, tienes Palabra de Vida Eterna.
Javier Zubiaurre
A tantas mujeres que como Lydia, Dorcas (Tabitha) y Phoebe, mujeres fieles;
han dado y dan su vida por Evangelio.
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