Jueves XXIX del Tiempo Ordinario
He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo!
Lc 12, 49-53
El Dios de la Biblia es un Dios cercano, de comunión y de compromiso con el hombre. La presencia activa de Dios en medio de su pueblo forma parte de las más antiguas y más resistentes promesas bíblicas.
La promesa de esa presencia se cumple de modos diversos a lo largo de la historia para alcanzar su plenitud bajo una forma que supera toda expectativa: Dios se hizo hombre.
Gustavo Gutiérrez, OP; 1928-2024
A mi hermana en la Fe, Eva;
en el día de su cumpleaños
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