En aquel tiempo, Juan le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros». Pero Jesús dijo: «No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros. Todo aquel que os dé de beber un vaso de agua por el hecho de que sois de Cristo, os aseguro que no perderá su recompensa.
»Y al que escandalice a uno de estos pequeños que creen, mejor le es que le pongan al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y que le echen al mar. Y si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela. Más vale que entres manco en la Vida que, con las dos manos, ir a la gehenna, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo. Más vale que entres cojo en la Vida que, con los dos pies, ser arrojado a la gehenna. Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo. Más vale que entres con un solo ojo en el Reino de Dios que, con los dos ojos, ser arrojado a la gehenna, donde su gusano no muere y el fuego no se apaga»
Mc 9, 38-43. 45. 47-48
Al reflexionar sobre estos versículos, viene a mi mente la tendencia a crear o a fomentar divisiones entre los miembros del pueblo de Dios que los seres humanos a veces manifestamos. Viene a mi mente la soberbia que puede llevarnos a considerar que otros hermanos y hermanas en Cristo no tienen la misma autoridad. El reino de Dios predicado por Jesús es una comunidad donde predominan la justicia, la equidad, el amor, la solidaridad, la paz, la armonía, la unidad, la compasión y la tolerancia. Juan aprende aquí de Jesús la importancia de dejar a un lado la soberbia de creerse parte de un grupo con la autoridad/exclusividad de usar y ministrar en el nombre de Jesús. Esta es una lección que también vale para hoy y que nos invita a vernos los unos a los otros como consiervos y consiervas, pues todos y todas servimos y proclamamos a un solo Cristo quien nos da autoridad, poder, fortaleza y sabiduría para llevar a cabo nuestro trabajo en la obra de Dios.
Wer mich liebet, der wird mein Wort halten, BWV 74 (Quien me ama guardará mi palabra) es una cantata de iglesia escrita por Johann Sebastian Bach en Leipzig para el primer día de Pentecostés y estrenada el 20 de mayo de 1725. FELIZ DOMINGO DE PENTECOSTÉS ¡ALELUYA, ALELUYA!
Las primicias de la esperanza Rom 8, 19-25 Dentro del Tiempo de la Creación 2024 convocamos hoy a todas las confesiones cristianas que peregrinan en Zaragoza a esta oración ecuménica por la creación y nuestra responsabilidad con ella. TODO ES GRACIA
Federico García Lorca 1898-1936 EUSEBIO MARTINEZ BETETA (Jaca, 1967) A Federico García Lorca ¡Lo han fusilado! ¡Qué triste! Negros canes de la muerte sin parar de aúllan, el aire huele a pólvora, a salitre, a miedo, sudor y amargura. El cielo se ha quedado sin estrellas, no han querido ser cómplices, ni iluminar con luz certera, a asesinos tan viles. La luna ha ido a lavarse, a la fuente, su manta de azabache manchada con la sangre de un inocente. Han fusilado a Federico, al poeta de Granada, aquel que la llevó al río creyendo que era casada. Hoy le han llevado al barranco, donde tantas veces jugaba, a ser poeta entre nardos, a entender la desnudez del alma. Durante unos segundos de dolor, la tierra ha enmudecido, ha contenido la respiración, sin poder creer lo que ha visto. Bernarda de Alba ha dejado sus bodas de sangre y de Yerma acompañada, ha ido a enterrar su mustia carne. Nadie lo ha encontrado, dicen que está en una fosa común, donde se esconden muchos pecados,...
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