Domingo XXV del Tiempo Ordinario

 

El Hijo del hombre va a ser entregado.
Quien quiera ser el primero, que sea el servidor de todos
Mc 9, 30-37

Hoy he visto, Señor, en un escaparate, una pequeña provocación que me hizo sonreír.
Había una jaula y, dentro de ella, en vez de un pájaro, alguien colocó una piedra.
esto me hizo pensar en cómo llenamos la vida de pequeños equívocos, queriendo que unas cosas sean otras y exigiendo que nos ofrezcan aquellas que, sencillamente, no nos pueden dar.
Descartes ironizaba diciendo que, ciertamente, el buen sentido será la cosa mejor distribuida del mundo, porque todos piensan que lo tienen suficiente.
De esa ilusión también nosotros tenemos que arrepentirnos.
Entre tantas peticiones como tenemos en lista, nos olvidamos frecuentemente de pedirte, Señor, algunos dones elementales, entre ellos el buen sentido.
El buen sentido de reconocer los limites y saber esperar cuidadosamente el momento justo.
El buen sentido de la escucha. El buen sentido de la palabra ponderada.
El buen sentido de conservar el humor.

José Tolentino de Mendonça


Feliz domingo




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