Sábado XVIII del Tiempo Ordinario
Si tuvierais fe, nada os sería imposible
Mt 17, 14-20
"¿Todo bien?", preguntamos cuando nos cruzamos. "¿Todo bien?", nos responden a su vez.
A veces no da tiempo a escuchar la respuesta rutinaria: "Todo". Pero sí da para percibir que nuestros encuentros no son encuentros.
Nos cruzamos, caminamos o nos sentamos al lado, colaboramos en proyectos, tomamos un café que parece hecho de minutos robados, repetimos la anécdota insustancial que circula hoy y nos decimos: "Hasta luego", "Hasta ahora".
Con todo, Señor, tú no nos llamas a eso, sino a ser testigos de que cada vida es una historia sagrada, de que cada corazón late de forma única. Tú, Señor, no cesas de interrogarnos: "¿Donde está tu hermano?".
Enséñanos, Señor, el desconocido arte de la fraternidad.
Nos cruzamos, caminamos o nos sentamos al lado, colaboramos en proyectos, tomamos un café que parece hecho de minutos robados, repetimos la anécdota insustancial que circula hoy y nos decimos: "Hasta luego", "Hasta ahora".
Con todo, Señor, tú no nos llamas a eso, sino a ser testigos de que cada vida es una historia sagrada, de que cada corazón late de forma única. Tú, Señor, no cesas de interrogarnos: "¿Donde está tu hermano?".
Enséñanos, Señor, el desconocido arte de la fraternidad.
Comentarios
Publicar un comentario