Viernes XVI del Tiempo Ordinario

 

El que escucha la palabra y la entiende, ese da fruto
Mt 13, 18-23

Te necesito a ti, Jesús, para que me perdones, para que em ames, para que me resucites.
Te necesito a ti para amarte a ti solo, para adorarte en el cielo, para servirte en mis hermanos.
Te necesito a ti para que me alimentes con tu Cuerpo, para que me abrases con tu fuego,
para que me consueles con tu afecto.
Te necesito a ti para reconocerte en mi hermano, para curarte en el enfermo, para sonreírte en un niño.
Te necesito a ti, solo a ti, en todo y por todo, sin mezcla de nada, con tu pureza sin par,
con tu sonrisa perenne, con tu acogida amorosa, con tu Corazón en la mano.
Que así sea.

A sor Ana, crss;
en el día de su onomástica.




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