Lunes XI del Tiempo Ordinario

 

Yo os digo que no hagáis frente al que os agravia
Mt 5, 38-42

Mirando al misterio de la Encarnación o de la Redención es como se debe hacer discernimiento
de los valores y de los antivalores de las culturas.
Como el Verbo de Dios se hizo en todo semejante a nosotros, excepto en el pecado,
así la inculturación de la Buena Nueva asume todos los valores humanos auténticos,
purificándolos del pecado y restituyéndolos a su pleno significado.
La inculturación tiene también profundos vínculos con el misterio de Pentecostés,
gracias a la efusión y acción del Espíritu que unifica dones y talentos.

Karol Józef Wojtyła, 1920-2005
(san Juan Pablo II)



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