VII Domingo de Pascua. Ascensión del Señor
En aquel tiempo, Jesús se apareció a los once y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien».
Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios. Ellos salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban.
Mc 16, 15-20
Lo último que dice Jesús va dirigido al futuro, hasta el fin del mundo. Es una promesa que los cristianos tenemos siempre presente, que nunca se nos podrá olvidar. Jesús está con nosotros, está aquí, contigo, mientras lees estas palabras. Está cuando ríes y cuando lloras, está cuando le sigues y cuando te despistas. Está cuando dudas y cuando te esfuerzas. Él está, para siempre, con nosotros.
Fco. Javier Izquierdo de la Rosa en Vía Lucís.
Anástasis nº 13, pag 52
Feliz domingo de Pascua
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