Dios Trinidad

 

Bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
Mt 28, 16-20

"Tres Personas y Un Amado entre todos Tres Había
Y Un Amor en todas Ellas y Un Amante las hacia;
Y El Amante es El Amado en que cada cual vivía....
Porque Un Solo Amor Tres Tienen, que su Esencia se decía.

Ese mismo amor proyecta El Padre "poner"
en quien reciba al Hijo Encarnado,
Quien "En todo Semejante" El a Ellos se haría".

En el principio moraba el Verbo y en Dios Vivía
en quien su felicidad infinita poseía.
El mismo Verbo Dios era, que el principio se decía
El moraba en el principio y principio no tenia...
El era el mismo principio; por eso de el carecía.

El Verbo se llama Hijo, que de el principio nacía;
Hale siempre concebido, y siempre le concebía;
Dale siempre su sustancia y siempre se la tenia
Y así la Gloria Del Hijo, es la que en el Padre Había
Y toda su Gloria El Padre, En el Hijo Poseía.

Como amado en el amante, uno en otro residía
y aquel amor que los une en lo mismo convenía
con El uno y con El Otro, en igualdad y Valía

En aquel amor inmenso, que de los dos procedía
palabras de gran regalo, El Padre al Hijo decía,
de tan profundo deleite, que nadie las entendía;
Solo El Hijo lo gozaba, que es a quien pertenecía;
Pero aquello que se entiende, de esta manera decía:
"Nada me contenta Hijo, fuera de tu compañía;
y si algo me contenta, en ti mismo lo quería.

El que a ti mas se parece, a mi mas satisfacía
y el que en nada te asemeja, en mi nada hallaría.

En ti solo me he agradado, ¡Oh vida de vida mía!
Eres lumbre de mi lumbre, Eres mi Sabiduría,
Figura de mi Sustancia, en quien bien me complacía.

Al que a ti te amare, Hijo, a mi mismo le daría
Y el amor que yo en Ti tengo, ese mismo en El pondría
en razón de haber amado, a quien yo tanto quería.

Una esposa que te ame, Mi Hijo, darte quería,
que por tu Valor merezca, tener nuestra compañía
y comer pan en una mesa, del mismo que yo comía,
para que conozca los bienes, que en tal hijo yo tenia
y se congracie conmigo, de tu gracia y lozanía.

Mucho lo agradezco, Padre, --El Hijo le respondía----
a la esposa que me dieres, yo mi claridad daría
para que por ella vea, cuanto mi Padre Valía,
y como El Ser que Poseo, de su Ser le recibía.
Reclinarla he yo en mi brazo y en Tu amor se abrazaría
y con eterno deleite, Tu bondad sublimaría.

"Hágase, pues --dijo El Padre---que tu amor lo merecía
y en este dicho que dijo, El mundo criado había.

Iré a buscar a mi esposa, y sobre mi tomaría
sus fatigas y su trabajos en que tanto padecía;
y porque ella vida tenga, Yo por ella moriría
y sacándola del el lago, a ti te la devolvería.

Entonces llamo a un Arcángel, que San Gabriel se decía
y enviolo a una doncella, que se llamaba María,
de cuyo consentimiento, El Misterio se Hacia.

En la cual la Trinidad, de carne al Verbo vestía;
y aunque Tres hacen la obra, en El Uno se hacia;
Y quedo El Verbo Encarnado, en el vientre de María,
Y El que tenia solo Padre, ya también Madre tenia
aunque no como cualquiera, que de varón concebía.
que de las entrañas de Ella, El Su Carne recibía;

Por lo cual Hijo de Dios y del Hombre se decía.

Exigencia del Amor Perfecto:

"En los Amores perfectos, Esta Ley se requería:
que se haga semejante, El amante a quien quería".

" Y que DIOS seria HOMBRE"

"Y que El Hombre Dios seria".

Juan de Yepes Álvarez, 1542-1591
(san Juan de la Cruz)


Feliz domingo


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