Viernes IV de Pascua

 

No se turbe vuestro corazón
Jn 14, 1-6

Cuando dejo que tú toques mi corazón, una luz especial se enciende dentro de mí.
Los problemas no desaparecen, pero consigo ver todo de manera diferente.
Cuando dejo que tu Palabra moldee mi vida recupero paz y serenidad.
Puedo ver el mundo y mi historia, a la luz de tu resurrección.
Y todo el ruido y la agresión que me rodean se vuelven insignificantes,
comparados con la fuerza de tu presencia.


A mi hermano en el ministerio, J.A. (Iglesia Católica Romana);
en el día de su cumpleaños.


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