Domingo IV de Pascua

 

El buen pastor da su vida por las ovejas
Jn 10, 11-18

Aquí estoy, Jesús, buen pastor, con el corazón abierto a tu abrazo.
Caminé muy lejos, me perdí en tierras áridas, lejos de las aguas tranquilas donde me querías llevar.
Solo, sin rumbo, te llamé.
Y tú viniste a mi encuentro.
Me abrazaste y me trajiste de vuelta a los verdes pastos.
Ya no quiero alejarme de ti, Jesús, mi buen y hermoso pastor.


Feliz domingo de Pascua

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