Miércoles I de Cuaresma

 

A esta generación no se le dará más signo que el signo de Jonás
Lc 11, 29-32

Para mí también ha llegado el momento del cambio.
No me faltan profetas que me digan lo feliz que sería si, finalmente,
pongo tu Palabra en el centro de mi vida.
No son pocas tus señales que me dicen lo feliz que sería si en estos días dejase de lado la mediocridad.
También para mí llega el tiempo de convertirme a ti, de encontrar, en ti, mi verdadero rostro.



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