Sábado III del Tiempo Ordinario

 

¿Quién es este? ¡Hasta el viento y el mar le obedecen!
Mc 4, 35-41

    Un Dios "sensible al sufrimiento", capaz de empatizar con el dolor de la humanidad herida, cuya primera preocupación no es el pecado sino los seres humanos quebrados y doloridos, como se transparenta claramente en la mirada de Jesús a los hombres y mujeres con los que se encuentra y se hace el encontradizo.


A mi hermana Loli,
en el II aniversario de su nacimiento al cielo.



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