Lunes III del Tiempo Ordinario

 

Satanás está perdido
Mc 3, 22-30

    Haz, Señor, de nuestro corazón, de nuestros labios, de nuestros oídos instrumentos dóciles al soplo del Espíritu.
    Realiza esta tu obra porque el compromiso se va haciendo más difícil y nos percatamos de que caminamos verdaderamente en el desierto, por fidelidad a ti, a quien queremos encontrar.
    Estamos delante de ti, Señor Jesús, concédenos que sepamos caminar.



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