Jueves IV del Tiempo Ordinario

 

Los fue enviando
Mc 6, 7-13

    Desde su propia experiencia, el testigo cree que Dios está en el fondo de cada vida y sigue comunicándose con cada persona por caminos que no pasan necesariamente por la fe religiosa ni por la Iglesia. Por eso vive atento a esa acción del Espíritu que se le regala a cada persona juntamente con la vida. No hay nadie abandonado por Dios, nadie que viva privado de su bendición. El testigo vive con esta convicción: todos "vivimos, nos movemos y existimos" en Dios.



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