2 de noviembre: Conmemoración de todos los fieles difuntos

 


Que no tiemble vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mi
Jn 14, 1-6

Y entonces vio la luz. La luz que entraba
por todas las ventanas de su vida.
Vio que el dolor precipitó la huida
y entendió que la muerte ya no estaba.

Morir sólo es morir. Morir se acaba.
Morir es una hoguera fugitiva.
Es cruzar una puerta a la deriva
y encontrar lo que tanto se buscaba.

Acabar de llorar y hacer preguntas;
ver al Amor sin enigmas ni espejos;
descansar de vivir en la ternura;

tener la paz, la luz, la casa juntas
y hallar, dejando los dolores lejos,
la Noche-luz tras tanta noche oscura.

José Luis Martin Descalzo, 1930-1991



Gottes Zeit ist die allerbeste Zeit, BWV 106 (El tiempo de Dios es el mejor momento) también conocida como Actus tragicus, es una cantata sacra temprana compuesta por Johann Sebastian Bach en Mühlhausen, destinada a un funeral.

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