Martes XXX del Tiempo Ordinario

 


El grano creció y se hizo un árbol
Lc 13, 18-21

Aprende a acoger con una sonrisa.
A veces es difícil sonreír; sin embargo, ofrecer una sonrisa a alguien, en un momento concreto, puede aportar satisfacciones interiores y recompensas inesperadas a ambas personas.
Interésate por quien camina a tu lado triste, agobiado, preocupado, pero respetando su intimidad.
Saberse acompañado en la dificultad e incondicionalmente es el mejor remedio y la mayor muestra de la autentica amistad.
Aprende a escuchar, ten paciencia, habla con ponderación y aprende a ponerte en la piel del otro.



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