Domingo XX del Tiempo Ordinario

 

No he venido a traer paz, sino división
Lc 12, 49-53

¡Oh paz, paz, paz! Poder encararse con todas las desventuras juntas y decirles: 
Mi corazón está sereno, el Señor de los ejércitos va conmigo; aunque todos los enemigos se levanten contra mí, no temblaré; ni la tierra ni en los abismos me abandona el Señor.
Cuando más solo y desamparado me veo, más gozosa y segura se siente mi vida; en mi soledad. Él está conmigo y reboso de paz. Y salen de mi corazón mis alegrías y su aroma traiciona mi dulce secreto. 

Manuel Marín Triana, 1899-1981



Feliz domingo



Comentarios

Entradas populares de este blog

Cristianos en Zaragoza

Lunes XVIII del Tiempo Ordinario

Cristianos en Zaragoza