En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: «Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo». Discutían entre sí los judíos y decían: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?». Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre».
Jn 6, 51-58
Comer la carne/cuerpo y beber la sangre de Jesús implica abrirse al otro cuerpo, celebrar el otro cuerpo, y darse al otro cuerpo como muestra del amor de Dios que habita en todos los cuerpos. Pero para esto es justo y necesario que nuestras “liturgias des-corporizadas” y “espiritualoides” abandonen sus miedos, sus temores y sus aberrantes pretensiones de querer normar a cada cuerpo, suprimir los deseos que produce el cuerpo, y sobre todo, condenar al cuerpo que se atreve a experimentar placer y goce. Solo la persona que abrace su cuerpo y experimente placer, dolor, alegría y deseo podrá entender la propuesta revolucionaria de Jesús: “El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna” (v. 54), o como podríamos decir también: “El cuerpo que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida plena.”
Wer mich liebet, der wird mein Wort halten, BWV 74 (Quien me ama guardará mi palabra) es una cantata de iglesia escrita por Johann Sebastian Bach en Leipzig para el primer día de Pentecostés y estrenada el 20 de mayo de 1725. FELIZ DOMINGO DE PENTECOSTÉS ¡ALELUYA, ALELUYA!
Las primicias de la esperanza Rom 8, 19-25 Dentro del Tiempo de la Creación 2024 convocamos hoy a todas las confesiones cristianas que peregrinan en Zaragoza a esta oración ecuménica por la creación y nuestra responsabilidad con ella. TODO ES GRACIA
Federico García Lorca 1898-1936 EUSEBIO MARTINEZ BETETA (Jaca, 1967) A Federico García Lorca ¡Lo han fusilado! ¡Qué triste! Negros canes de la muerte sin parar de aúllan, el aire huele a pólvora, a salitre, a miedo, sudor y amargura. El cielo se ha quedado sin estrellas, no han querido ser cómplices, ni iluminar con luz certera, a asesinos tan viles. La luna ha ido a lavarse, a la fuente, su manta de azabache manchada con la sangre de un inocente. Han fusilado a Federico, al poeta de Granada, aquel que la llevó al río creyendo que era casada. Hoy le han llevado al barranco, donde tantas veces jugaba, a ser poeta entre nardos, a entender la desnudez del alma. Durante unos segundos de dolor, la tierra ha enmudecido, ha contenido la respiración, sin poder creer lo que ha visto. Bernarda de Alba ha dejado sus bodas de sangre y de Yerma acompañada, ha ido a enterrar su mustia carne. Nadie lo ha encontrado, dicen que está en una fosa común, donde se esconden muchos pecados,...
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