Jueves XXII del Tiempo Ordinario

 

Dejándolo todo, lo siguieron
Lc 5, 1-11

Señor nuestro, me arrodillo ante ti, que sabes curar, pues todo don perfecto de ti procede.
Te ruego que hagas hábiles mis manos, lúcidos mis pensamientos, bondadoso y manso mi corazón.
Concédeme determinación, la fuerza necesaria para aliviar una parte del sufrimiento de mi prójimo
y la comprensión del privilegio que tengo.
Aparta de mi corazón todo engaño y mundanería para que pueda, con la sencillez de un niño,
confiar en ti.

Anjezë Gonxhe Bojaxhiu​, 1910-1997
(santa Teresa de Calcuta)



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